Bereshit
La Qabalah Hermética se erige como uno de los pilares fundamentales del ocultismo occidental. En este tomo explayaremos su compleja teología, y nos abocaremos a su aplicación práctica, para el mago tradicionalista.
"Cada una de las enseñanzas esotéricas contenidas en la Kabbalah, en sus muchas formas y variaciones, tienen como ethos fundamental entender y explicar la relación entre el principio creador absoluto, entendido como Ain Soph, y el plano material en el cual el hombre se desenvuelve. De esta forma se plantea develar la naturaleza de la Creación; el propósito del hombre en el gran esquema universal; y la razón misma de la existencia. Y aunque acercarse íntimamente al Dios Eterno, dentro del paradigma cabalista hebreo tradicional se considera un imposible, por su misma naturaleza incognoscible, la Kabbalah busca llevar un entendimiento relativo a las acciones del Supremo, para de esta forma caminar acorde a su plan y orden divino".
Primer volumen de la Serie Propylaea, canal literario de transmisión exotérica de selectos tópicos pertenecientes al Arte Mágico Occidental.
En este tomo exploraremos inicialmente los pormenores históricos y teológicos de lo que constituiría a la Qabalah Hermética como uno de los pilares fundamentales del ocultismo occidental, permeando, de forma directa e indirecta, a la gran mayoría de recensiones del Arte Mágico en Europa, estableciendo firmemente en la mente del lector los fundamentos ontológicos que le dan base al apartado práctico en el cual nos sumergiremos. Ningún sistema puede ser trabajado sin conocer los cimientos de su paradigma, y en la praxis de la magia ceremonial medieval, con los grimorios como sus más encumbrados representantes, se encuentra entronado el ethos cabalista en su pleno esplendor, justificando el papel del mago frente al mundo y los elementos, como el vástago del principio unificador meta-cósmico de Adam Kadmon, confiriéndole dominio sobre la vida universal.
Indagaremos sobre la naturaleza divina; los diferentes mundos en el proceso de manifestación; los diez Sephiroth; los veintidós senderos del Árbol de la Vida; así como en los elementos constitutivos del practicante, cadena que lo enlaza al principio monádico, apartado omitido en buena parte de la literatura ocultista moderna, y que son de imperativa comprensión si deseamos alcanzar la perfección en el proceso de rectificación personal. Nuestra obra llegará a su culmen con una sección dedicada a la magia angélica y planetaria, otorgando las herramientas necesarias para iniciar el contacto con las fuerzas sephiróticas.
Astrachios, Asach, Asarca, Abedumabal, Silat, Anabotas,
Jesubilin, Scingin, Géneon, Domol,
Oh Señor Dios, quien está sentado en los cielos, y mira el abismo,
Yo os rindo plegaria para que me hagáis digno
Del poder para concebir en mi mente, y luego ejecutar, todo aquello que deseo lograr, a través de vuestra ayuda
Oh Dios Todopoderoso, quien vive y reina por los siglos de los siglos
Amén.
"Irá al cuadrante oriental, y dirigirá su vara al círculo plasmado en el suelo, marcándolo astralmente en un recorrido completo a favor de las manecillas del reloj, pasando por todos los puntos cardinales hasta volver al este. Mientras lo hace recitará el siguiente extracto del Salmo 91, y visualizará un anillo de fuego abrazador formándose gradualmente, que englobe la totalidad de la circunferencia".